INGREDIENTES
- 1 Kg de verduras variadas en las que incluiréis 1 cebolla hermosa y un par de ajos *
- 250 gramos de sal gruesa marina gruesa **
* Es importante que una parte de las verduras sean del tipo carnoso: zanahoria, nabo, calabaza, colinabo, guisantes...por lo demás, podéis aprovechar casi todo: los trozos duros de los espárragos, los de las alcachofas, las partes verdes de los puerros (los podéis ir acumulando en el congelador), perejil que empieza a estar mustio o, simplemente, podéis comprar una bandeja de las que venden para caldo. A vuestro gusto
** La sal, además de un buen conservante, evita que la congelación sea total por lo que resulta mucho más fácil poder extraer una porción que si no la llevara. La receta original llevaba mucha más pero creo que, con esta cantidad, es suficiente. Podéis comprobarlo diluyendo una porción en una taza con agua hirviendo, como si os fuerais a tomar un caldo de verduras. A partir de aquí, ajustad a vuestro gusto pero recordad que esta pasta es para diluir
Se lava bien toda la verdura y se trocea en cuadraditos. Se coloca en una olla junto con la sal y se pone a fuego mínimo en el quemador grande.
Al cabo de un tiempo veréis como ha soltado un montón de agua. Lo removéis bien y lo dejáis destapado y que vaya consumiendo el líquido hasta que no le quede casi nada.
Evidentemente, tendréis que ir vigilando en las últimas fases para que no se os pegue
Lo trituráis bien y lo guardáis en un tupper que, una vez enfriado, guardaréis en el congelador.
Se podría, por supuesto, llevar la pasta al horno, convenientemente colocada en un molde cuadrado, y deshidratarla consiguiendo unas pastillas al estilo Knorr o Avecrem pero no me parece necesario.
¡¡BUEN PROVECHO!!!
Fácil de manipular una vez congelada |
No hay comentarios:
Publicar un comentario