domingo, 6 de septiembre de 2015
Moras
Si teneis la suerte de vivir en un sitio campestre donde sea posible recoger moras en otoño (es mi caso), os aconsejo tomaros la molestia de hacerlo ya que, obviamente, siempre serán mucho mejor que las congeladas y os permitirán hacer postres muy apetitosos como, por ejemplo, una GELATINA DE MORAS (aquí)
Procurad recogerlas cuando no haya rocío ya que el agua, obviamente, las pudre y/o estropea, que sean gordas (eso dependerá de la climatología de ese año) y maduras pero firmes.
Una vez recolectadas, desechad las que se os hayan podido estropear, lavadlas cuidadosamente y secadlas muy bien con papel absorbente.
Luego podeis optar por, o bien meterlas en frascos de vidrio directamente o colocarlas en una bandeja, que habreis cubierto con papel parafinado para que no se peguen al metal y separadas las unas de las otras para que queden más sueltas. Las meteis un buen rato en el congelador y luego las podeis introducir en los frascos o bolsas de congelación.
Para descongelarlas, mejor extendidas para que no se aplasten demasiado.
Obviamente, la mora habrá perdido algo de textura pero siguen estando igual de buenas :D
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